Trama y Fondo
VI Congreso Internacional de Analisis Textual

 

Estructura motivacional de la verosimilitud en el relato televisivo de ficción.

     
 

Marian Núñez Cansado
Profesora Universidad de Valladolid

 
     
 

RESUMEN

 
 

Según la investigación realizada en la Universidad de Valladolid bajo el nombre de Varetel, la verosimilitud en los relatos televisivos puede considerarse como un factor vital aunque no motivador para suscitar la necesidad de empatizar con personajes, argumentos…

La verosimilitud es un elemento indispensable en un primer contacto entre sujeto y serie de ficción, pero no suficiente para asegurar la fidelización de los sujetos.
Los datos analizados en esta investigación reflejan que este factor puede definirse como un factor higiénico de la estructura motivacional del sujeto pero no como un factor motivacional, salvo en los discursos humorísticos, en donde se posiciona como el elemento motivador clave en la narración.

Palabras claves
Series ficción, motivación, neurociencia social, verosimilitud, actitudes televisivas

 
     
  ABSTRACT  
 

According to research conducted at the University of Valladolid Varetel under the name, the credibility of the television stories may be considered a vital factor but not a motivator to raise the need to empathize with characters, arguments ...
The credibility and reality simulation is an indispensable element in a first contact between subject and fiction series, but not enough to ensure the loyalty of subjects.
The data analyzed in this research show that this factor can be defined as a hygiene factor motivational structure of the subject but not as a motivational factor, except for humorous speeches, where he was positioned as the key motivational element of the narrative.

Key word
Series fiction, motivational, cognitive psychology, credibility, attitudes TV

 
     
1. Procedimiento  
     
 

Se presentó a un total de 188 sujetos, cuyas edades oscilaban entre los 20 y 44 años, un cuestionario dividido en 12 apartados que incluían un total de 29 ítems(1).

EL tratamiento de los datos se realizó mediante una base de datos Access.

 
     
2. Objetivos  
     
 

Analizar los valores, actitudes, motivaciones y emociones de los sujetos ante las series de ficción televisivas.

 
     
3. Análisis  
     
 

El cuestionario estaba dividido entre ítems abiertos e ítems cerrados. Son los ítems abiertos los que analizaremos en este artículo detenidamente.

En todos y cada uno de los ítems, con mayor o menor presencia, encontramos un concepto que parece ser vital para los sujetos: el concepto la verosimilitud en sus distintas acepciones: realidad, real, verosímil….

En todas las encuestas aparecen un total de 250 términos asociados directamente con este concepto. Este  descubrimiento se hace más patente en el ítem 5, ítem 6, ítem7 e ítem 10.

 
     
  3.1. Ítem 5  
     
 

Bajo la pregunta de: “¿qué es lo que más te gustó?” y ¿qué es lo que menos te gustó”;  de la programación vista durante la semana, se buscaba encontrar las motivaciones y los frenos de los sujetos ante el relato de ficción. Los resultados fueron los siguientes:

 
     
   
     
  3.2 Ítem 6  
     
 

En este ítem las motivaciones y frenos se hicieron extensivas a la totalidad de la programación existente junto con la deseada. La preguntas realizadas en los cuestionarios fue: “¿qué tipo de programas te gusta ver y por qué? y ¿”qué tipo de programas no te gusta ver y por qué?”

 
     
   
     
  3.3 Ítem 7  
     
 

Se ideó este ítem con el propósito de ir acotando el concepto de serie de ficción. Así se les preguntaba a los sujetos acerca de sus preferencias por las series de ficción.

 
     
   
     
  3.4 Ítem 10  
     
 

La influencia de la preferencia en cuanto a los personajes podría ser clave en la investigación. Era necesario por lo tanto incluir un ítem en el que se indagara acerca de esta cuestión: “¿cuáles son tus personajes preferidos y por qué?”

 
     
   
     
  Resultados  
     
 

El dato más significativo que encontramos en estos ítems, es la presencia de un binomio verosimilitud-humor que presenta una relación inversamente proporcional ante las variables motivación y freno.

El concepto de verosimilitud parece ser una explicación clave de las motivaciones de los sujetos frente a la programación televisiva. Así el público necesita enfrentarse a argumentos, situaciones o personajes verosímiles entendiendo este término en su concepto más amplio. Todos sabemos que no existen unas naves estelares  navegando por las galaxias, pero sin embargo, aceptamos que la saga de La Guerra de las Galaxias es verosímil, es decir, coherente con los registros empleados.

Sin embargo, si analizamos detenidamente el ítem 5 (motivación/programación) podemos observar un dato significativo: los sujetos no hacen referencias directas a la verosimilitud, no se presenta como elemento esencial o motivador a la hora de elegir una programación concreta. La verosimilitud no parece ser por lo tanto un elemento motivador ante la programación televisiva.

Frente a la verosimilitud nos encontramos con la emoción  “el humor” que presenta datos significativamente superiores al resto de las motivaciones, siendo de forma indudable la motivación más relevante mostrada por los sujetos encuestados.

En el análisis del ítem 5.2 (frenos/programación) nos encontramos con un dato relevante: el binomio verosimilitud/humor parece invertir los porcentajes, ahora el humor queda relegado a un segundo plano y aparece de forma significativa la argumentación basada en la capacidad de transmitir verosimilitud.

Así la verosimilitud  no se muestra como un dato relevante o al menos pertinente bajo la pregunta: “qué es lo que más te gusta y por qué?”, pero sí lo es ante la pregunta: “qué es lo que menos te gusta y por qué?” (18 % del total, sólo superado por la respuesta “repetitivo”).

En el ítem 7.1  (frenos series de ficción) nos encontramos que los sujetos rechazan las series de ficción principalmente por su falta de verosimilitud, con valores significativos.

Ahora bien, cuando analizamos el ítem 7.2 (motivación series ficción) de nuevo desaparece el factor verosimilitud y aparece como elemento esencial el humor.

En el ítem 10 se les preguntaba a los entrevistados acerca de sus preferencias y rechazos hacia los personajes de las series de ficción. En este caso la verosimilitud está directamente relacionada con la capacidad del actor de transmitir mediante sus distintos registros esta verosimilitud, si es o no poseedor del tan deseado Ethos .Los entrevistados reflejan el valor de la verosimilitud con comentarios tales como: “es un buen  actor”, “interpreta bien”, “me creo su papel”,… es decir, es verosímil.

Al analizar este ítem agrupamos las respuestas en torno a tres conceptos: el primero relacionado con la empatía del sujeto, en la que se hace referencia a las características propias de la personalidad o aspecto físico del personaje. Aquí los sujetos manifiestan admiración por algún elemento de su personalidad o de su físico junto con un deseo de llegar a ser como él/ellas o una clara identificación con sus características personales… Aunque va íntimamente ligado con el concepto de verosimilitud (puesto que las características que admiran o desean son las del personaje y no la del actor y de ser una mala interpretación no podrían transmitir estas sensaciones) decidimos tomarla como un elemento aislado puesto que los sujetos no lo manifestaban explícitamente.

El segundo concepto sí hace referencia directa a la verosimilitud, con respuestas tales como personajes muy verosímiles, muy reales.

El tercer concepto presente en toda la investigación como elemento predominante: el humor. Así, al analizar las respuestas en torno a estos tres conceptos nos encontramos que ante la pregunta “¿cuáles son tus personajes preferidos y por qué?” los sujetos contestan preferentemente a favor de  las características del personaje  (47%) siendo la segunda opción el humor (35%) y la última la verosimilitud (18%).

Ante la pregunta de cuál es el personaje más rechazado volvemos a encontramos que el humor queda relegado a un segundo plano con tan sólo un 6%, frente al la verosimilitud, ahora sí de forma explícita; con un 39% y un 55% de características del personaje. Se hace evidente de nuevo la necesidad de considerar la verosimilitud como un elemento vital, aunque no motivador.

Al analizar una serie concreta (Los Serranos) los datos son muy parecidos, aunque esta vez el humor y la verosimilitud aparecen con porcentajes muy similares. De los sujetos que rechazan la serie, un 41% lo hacen por motivos relacionados con la falta de verosimilitud frente a un 42%  por la falta de humor.

Pero en el caso de los sujetos que se decantan a favor de la serie, de nuevo nos encontramos con que la verosimilitud no es un elemento motivador para elegir esta programación.

 
     
  Discusión  
     
 

Los sujetos necesitan empatizar con personajes, argumentos, ambientes, pero para ello es necesario que éstos sean verosímiles. Si no es así el sujeto desconfía,  las emociones y pensamientos no corren paralelos a los de los actores y la serie pierde su fuerza. Creo por lo tanto, que aunque los sujetos no son conscientes de ello realizan una valoración de la verosimilitud, utilizándola como una especie de filtro necesario para poder empatizar, de modo que esta coherencia se presenta como un elemento vital a la hora de propiciar la empatía necesaria para motivar al sujeto.

No se trata de un análisis de una sensación concreta, sino la convolución de la percepción de muchas sensaciones y registros que manejamos hábilmente de forma automática. Cuando no se produce esta coherencia entre realidad-ficción el sujeto lo detecta y sirve de motivación negativa mientras que cuando aparece la coherencia como tal no supone una motivación positiva, más bien parece presentarse como un requisito indispensable.

Así se nos presenta el concepto de verosimilitud como elemento indispensable en un primer contacto, pero no suficiente para asegurar la fidelización de los sujetos a las series.

Podríamos, atendiendo a los datos presentados, presentados, afirmar esta particularidad de la concepción de la verosimilitud en las series de ficción, mostrándose como un elemento higiénico y no motivador, un elemento esencial que cuando está presente no suscita motivación pero si desaparece provoca en los sujetos una desmotivación que les empuja a rechazar la serie.

Herzberg analizó este efecto en su teoría: “De los dos factores”(2). Para este autor la motivación depende de dos factores: "factores higiénicos" y "factores motivacionales".
Los factores higiénicos implican las condiciones que rodean al individuo, por ejemplo, cuando trabaja: condiciones ambientales, el salario, las políticas de la empresa, las relaciones entre los empleados y los directivos, las reglas y normas o relaciones con colegas. Estos factores poseen una capacidad muy limitada  para influir en el comportamiento de los trabajadores. Son factores utilizados por el sujeto como fuentes de insatisfacción, pero no consiguen aumentar  la satisfacción de manera sustancial y duradera.

Los factores motivacionales, en cambio, pueden aumentar o disminuir  la satisfacción de modo sustancial, por ello se les define como factores motivadores o de satisfacción.

En todos aquellos ítems abiertos en los que se analizaba las preferencias, gustos, motivaciones del encuestado, la verosimilitud no aparecía como un elemento importante, no suponía un aumento de satisfacción, o un motivo de consumo concreto. Los sujetos no elegían ver tal o cual programa en base a la verosimilitud de la serie o del programa,  los datos muestran que no era un elemento relevante dentro del elenco de motivaciones del sujeto, más bien podríamos decir que este elemento pasaba completamente desapercibido.

Pero en aquellos ítems en los que se analizaba las razones por las que un sujeto rechazaba una u otra programación, el factor verosimilitud se mostraba de forma muy representativa como elemento clave capaz de motivar negativamente al sujeto, y colocándose como causante casi absoluto de la insatisfacción del sujeto. Los datos muestran así de forma significativa la peculiaridad del concepto verosimilitud en la programación televisiva,  posicionándose como un factor higiénico fruto de las desmotivaciones de los sujetos, pero no causante de las motivaciones.
Ahora bien: ¿por qué la verosimilitud es un factor vital aunque no motivador?. Es momento ahora de entrar en discusión en cuanto al motor que empuja al sujeto tanto para empezar a ver una serie como para “engancharse” a ella, como se dice en el argot televisivo.

Creo que sería conveniente hacer una distinción entre motivaciones intrínsecas y motivaciones extrínsecas. Según los datos de los que disponemos son dos principalmente las motivaciones que empujan al sujeto a ver una serie de ficción: de un lado, la afiliación y de otro, la empatía.

Las motivaciones extrínsecas al sujeto dejan su huella en respuestas tales como: “lo ven los demás”, todo el mundo habla de ella”… Se trata de argumentaciones muy cercanas a la motivación de afiliación, aunque no son muy evidentes en la investigación; debiéramos considerar que el factor deseabilidad social contamina datos, puesto que a todos nos cuesta aceptar que hacemos o actuamos a demanda de la sociedad, por lo que creo que este tipo de motivación no puede ser analizada con gran validez en esta investigación, aunque es importante tenerla presente.

En cuanto a las motivaciones intrínsecas considero que la empatía es el elemento fundamental, el motor  más potente del que puede hacer uso una programación.

La empatía fue definida hace algo más de un siglo por Charles Darwin como una herramienta vital en la supervivencia del ser humano. Aristóteles consideraba al ser humano como un animal político un “zoon politikon” un animal cívico y esencialmente  social. De modo que el hombre necesita sociabilizarse para alcanzar la felicidad. La empatía es el elemento vital para engrasar la sociabilidad.

La empatía requiere de un compromiso social de una identificación que nos lleve a sentir lo que sienten los demás. Stephanie Preston y Frans Wall(3), representantes de la neurociencia social, defienden que cuando se produce la empatía, las emociones y pensamientos discurren paralelos a los de otras personas gracias a las neuronas espejo. Estas neuronas nos permiten situarnos en el lugar del otro, compartir de alguna forma desde una perspectiva cognitiva una representación mental, es decir un conjunto de imágenes, asociaciones y pensamientos asociados con la situación en la que se encuentra  el otro.  Según la neurociencia social, cuando empatizamos con alguien empleamos los mismos circuitos cerebrales que se ponen en marcha durante nuestra propia experiencia. Como afirma Giacomo Rizzolati(4), descubridor de las neuronas espejo: “Estos sistemas nos permiten comprender las mentes de los otros, no mediante un razonamiento conceptual, sino mediante estimulación directa, sintiendo, no pensando”

Así, al visualizar una serie de ficción podemos sentir gracias a este contagio emocional lo mismo que sienten los protagonistas, pero para poder llegar a esta empatía necesitamos hacer notar la verosimilitud, necesitamos la coherencia entre los registros, pensar que la situación que se está produciendo podría pasarnos a nosotros, necesitamos conectar de forma eficaz y verosímil. La verosimilitud funciona así tal y como Herzberg describía en su teoría.

Podríamos establecer un paralelismo entre el elemento salario y la verosimilitud: para un trabajador es imprescindible cobrar todos los meses, pero no es un incremento de la satisfacción, no es una motivación extraordinaria (exceptuando aquellos salarios que como su propio nombre indica actúan de incentivos), sí un requisito indispensable, si no cobramos salario no trabajamos.

Pero: ¿por qué se convierte en motivación la empatía?; ¿por qué puede llegar a ser un motor  este contagio emocional? Para Daniel Stern(5) nuestro sistema nervioso: “está construido para ser registrado por el sistema nervioso de los demás y sentir lo que sienten como si estuviéramos dentro de su piel. Ya no podemos seguir considerando nuestra mente como algo independiente, separado o aislado”. Es decir que estamos predispuestos genéticamente al contagio irrefrenable de las emociones de aquellos que nos rodean, debemos entender así el concepto de nuestra mente no como un elemento aislado más bien como un elemento en continua interacción con otras mentes.

La neurociencia apoya la visión del filosofo Chino Mencio: “el hombre no puede soportar el sufrimiento de sus semejantes”. Por lo tanto, el cerebro estaría predispuesto hacia la bondad y esta predisposición nos lleva a la compasión, a sentir por los demás, a ofrecer nuestra ayuda aunque sólo sea, como afirmaba Hobbes, para lograr aliviar el sufrimiento de uno mismo. Esta necesidad, junto a la naturaleza social innata en el sujeto, convierte a la empatía en un motor perfectamente engrasado que le induce a conocer, sentir y experimentar relaciones, experiencias de otras personas.

En el caso de las series de ficción los espectadores tienen la necesidad de sentir y experimentar las vivencias de los actores, de identificarse con ellas y gracias a las neuronas espejo, de sentir las vivencias de los protagonistas, muchas veces como si fueran propias. ¿Quién no se ha descubierto alguna vez llorando ante una película?

La psicología actual utiliza el término empatía desde tres distintas perspectivas:
1. Conocer los sentimientos de otras personas
2. Sentir lo que están sintiendo
3. Responder compasivamente.
En la entrevista realizada a los sujetos encontramos en numerosas ocasiones referencias a estos tres elementos, sobre todo a la hora de  analizar el ítem 10 (motivación personaje) y el ítem 5 (motivación serie).
Podríamos resumir tres ejes en torno a los cuales el sujeto siente empatía con la serie de ficción, de un lado las características del personaje o del actor, bien sean físicas o psicológicas; de otro, el argumento, la historia en sí; el tercer eje es la nostalgia, el recuerdo la vivencia de tiempos similares.

En torno a estos tres ejes los sujetos despliegan su empatía tratando de conocer los sentimientos de un personaje en concreto, de sentir una historia determinada o de dar una respuesta compasiva a un drama concreto. Ahora sí encontraríamos el verdadero motor de la fidelización de los telespectadores, la necesidad de saber qué ocurre con estos personajes, con sus vidas.

La necesidad de empatizar es el principio y el fin de  la visualización de las series tal y como hoy las conocemos. El principio puesto que la verosimilitud permite al sujeto conectar directamente con alguno de los ejes mencionados, y esto les despierta la necesidad de llegar a saber más, a sentir más; esta motivación les fideliza, les “engancha”. El final, porque esta misma motivación no les permite esperar una semana entre episodio y episodio. Hasta hace muy poco esto era irremediable, pero hoy en día los avances tecnológicos hacen que podamos disfrutar en Internet de las temporadas completas sin interrupciones y además en muchos casos podemos conectar directamente con el personaje como es el caso de páginas web como las de la serie  “El internado”.
Esta nueva forma de empatizar con las historias de nuestras series abre un nuevo camino de vivencias y emociones, donde el telespectador pasa de ser un mero actor pasivo a convertirse en un sujeto activo que interactúa con los personajes y con las historias que viven. Opciones como elegir el final de un episodio, relaciones entre personajes… son algunas de las posibilidades con las que cuenta el sujeto ante páginas creadas ex profeso para lograr una fidelización más rápida y eficaz.

Así los sujetos pueden llegar a conocer más profundamente a sus personajes, esto les va a permitir sentir lo que ellos están sintiendo y además permite introducir un nuevo elemento: la compasión activa. De esta forma se cierra el círculo de la empatía.
Los telespectadores pueden satisfacer sus anhelos y realizarse como sujetos sociales, pero sus motivaciones van más allá del mero elemento intrínseco, en este tipo de páginas existen herramientas que permiten ponerse en contacto, mediante blogs, messenger, con otras personas que comparten las mismas inquietudes, las mismos deseos de saber más de los personajes. El contacto con estas personas cierra definitivamente el círculo del anhelo del sujeto social.

En el ítem 10 la respuesta más representativa, tanto en los personajes más aceptados como en los más rechazados, son las características de los personajes. Quizás sea en este ítem donde mejor podemos ver reflejado este deseo de empatizar con los personajes y con las historias, un 47% de los sujetos encuestados eligen el personaje bien por identificación en distintos aspectos como sus propias características psicológicas o físicas, bien porque les gustaría llegar a poseer dichas características. En el caso del ítem 10.2 los sujetos rechazan a los  personajes en un 55%,  justificando diferencias o rechazos en aspectos de su personalidad o su físico.

Es curioso cómo el sujeto rechaza a personajes en un porcentaje muy elevado no por características del actor sino por peculiaridades del personaje, como es el caso de D. Pablo, personaje que interpreta Pepe Sancho en la serie Cuéntame. Es rechazado por ser un personaje fascista, autoritario, mala persona. Este es el personaje que encarna Pepe Sancho, no es Pepe Sancho. Deja así su huella el peso de la verosimilitud sobre la empatía bien sea en aspectos positivos o negativos.

Así un factor esencial, o como hemos dicho con anterioridad un factor higiénico, a la hora de elegir a los personajes de las series es la verosimilitud del actor, pero el factor realmente motivante es la empatía que se produce entre actor y sujeto mediante el contagio emocional.

El actor José María Pou(6) declaraba en una entrevista en RNE: “ser actor es ser un gran embustero, se trata de un señor que se planta en un escenario y te dice que es quien no es y tú sabes que no es verdad, pero el espectador juega a creérselo y yo juego a que lo creas. Es actor es el gran embaucador…”. Este es el juego entre los actores y espectadores y así lo entienden nuestros encuestados.

Según los datos que hemos presentado en este artículo podríamos concluir que el verdadero papel de la verosimilitud en los relatos de ficción está encaminado a propiciar empatía entre sujeto y relato, es por lo tanto más que un factor motivador, un factor higiénico, necesario para que se produzca la conexión entre relato y sujeto, necesario para satisfacer la necesidad del sujeto de empatizar con la serie de ficción.

 
     
  Notas  
     
 

(1) Anexo nº 1: cuestionario

(2) Herzberg, F.I. 1987, 'One more time: How do you motivate employees?', Harvard Business Review, Sep/Oct87, Vol. 65 Issue 5, p109-120

(3) Preston, SD y de Waal, Empatía: Su próxima y última bases. FBM (2002).

(4) Rizzolati G.: Las neuronas espejo. Plaza edición. Barcelona. 2006

(5) Stern Danie, Ther present momento in Psychotherapy and everday life Nueva york: WW norton 2004, pag 76

(6) http://www.rtve.es/buscador/GoogleServlet?q=jose+maria+pou

 
     
  Bibliografía  
     
 

Goleman D. Inteligencia Emocional. Ensayo.Kairós.  1995

Goleman D. Inteligencia Social. Ciencias de las relaciones humanas. Ensayo. Kairos. 2006.

Damasio A. En busca de Spinoza: neurobiología de la emoción y los sentimientos. Editorial Crítica. 2005

Damasio A: El error de Descartes: la emoción, la razón y el cerebro humano. Editorial Crítica. 2006

Herzberg F.I., 'One more time: How do you motivate employees?', Harvard Business
Review, Sep/Oct87, Vol. 65 Issue 5, p109-120. 1987

Morales FJ. Psicologia Social. Mc Graw Hill. 2007

Preston, SD y de Waal. Empatía: Su próxima y última bases. FBM (2002).

Rizzolati G. Las neuronas espejo. Plaza edición. Barcelona. 2006

Stern D. The present momento in Psychotherapy and everday life Nueva york: WW norton 2004

 
     
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